20: ¿Vive como si fuera tu último dia?

“Vive como si fuera tu último día”…

Cada vez cuando veo u oigo esta pseudosabiduría me entran ganas de reír. Ahora este consejo se hizo muy popular y aparece por todas partes, desde los “motivadores” de las redes sociales y hasta las consultas de los “sicólogos” de toda índole. “¡Vive en el presente!” “¡Haz solo lo que te gusta hacer de verdad!” “¡Las preocupaciones por el futuro te quitan la alegría del momento!”

prestado de http://www.topjaja.com con agradecimiento.

Y claro, si no lo consigues, si sigues preocupado por lo que podría ocurrir, si estás analizando el pasado, si tienes planes y recuerdos, allí está el problema, ¡bingo! No vives en el presente. Pues nunca, jamás pienses en el mono blanco…

No sé qué opinan mis queridos lectores. Yo os puedo contar como viviría de verdad este día si supiera que fuera el último. Primero, alejarse de mi marido y de los niños, que no tienen que tener el doble trauma: un día con mamá tristona y llorona, asustada y totalmente pirada y a la mañana siguiente, muerta. Así que me quedaría sola, y después de asegurarme de que está bien mi seguro y mi testamento y que mi marido tiene acceso a todas las cuentas y tarjetas, tomaría un poco de calmante para parecer una persona normal y grabaría unos videos de despedida para todos. Y luego con mucha probabilidad me drogaría definitivamente y con una buena mezcla (antidepresante y alucinógena), porque, primero, es la oportunidad (única en la vida) de probar esta experiencia sin riesgo y luego es mucho mejor morir colocada que asustada.

¿Qué conclusiones puedo sacar de ello? ¿Que tengo que vivir alejada de mi familia y probar droga cuando antes? Pues lo dudo mucho.

Lo importante de la vida es que nosotros con mucha probabilidad (toquemos la madera y recemos por ello) NO vivimos el último día, y tampoco el primero. Vivimos en una continuidad, en una perspectiva, y en el día de hoy tenemos ya el brote de nuestro mañana y los frutos del ayer. Y queremos o no, tenemos que dedicar una buena parte de nuestro cerebro a analizar el pasado y sacar conclusiones de todo tipo, y otra buena parte de nuestras fuerzas se gastan para cuidar de nuestro futuro y de futuro de los demás, cercano o lejano. Por eso estudiamos, ganamos dinero, por eso damos luz a los hijos y los educamos, por eso organizamos las bodas, compramos pisos y hacemos reformas. Si existiera solo hoy, no haríamos 99% de las cosas que forman nuestra vida, pero está muy, muy bien que las hacemos.

Otro tema es que sería muy triste sacrificar el presente completamente, y muchas personas sí que tienen problemas porque lo hacen a diario y toda la vida. Diré un truismo, pero el único camino razonable en este campo es buscar el equilibrio entre “quiero hacer esto” y “tengo que hacer aquello”. Entre el placer y la alegría del momento y las posibilidades de tenerlos en el futuro.

Pero este truismo es bastante difícil de asimilar porque no ofrece ninguna solución fácil y evidente. Es un camino muy pedregoso, lleno de trampas, de errores, de voces negativas, de necesidad de reflexionar y de superar a sí mismo. Y vivimos en la época de las soluciones fáciles y de la felicidad que se vende con grandes rebajas en los supermercados enormes.

Y allí, sin duda, sólo se puede vender la idea del “último día”, junto con otras ideas: “amor sin esfuerzo, y si no, no es tu amor verdadero”, “si no te gusta o te cuesta algo en tu trabajo, no es tu vocación”, “a los niños hay que educarles siempre de manera amena, y si el colegio no consigue competir con el zoo y el circo, no vale para nada”…

Un supermercado bastante triste… y peligroso.

Acerca de extranjerita

Soy una vagabunda que ha conseguido perder sus raíces en muchos países. Una diletante eterna, una erudita a la violeta con fisgonería a flor de piel. Una escritora novel que siempre será novel, por más que pase el tiempo. Una madre y una ama de casa que tiene que estar en la oficina siete días a la semana. Una tonta a la que le gusta montar las tragedias de nada, y a veces una sabia a la que le gusta sonreir a pesar de todo. Aquí escribo todo lo que no puedo evitar escribir. www.extranjerita.wordpress.com
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8 respuestas a 20: ¿Vive como si fuera tu último dia?

  1. bestasalvaxe dijo:

    Yo vivo el día a día, incluso a veces no se en que día vivo, pero es la única manera de mantener una sonrisa, olvidarse de lo externo y quedarse con lo que te hace sentir bien, aunque ello conlleve no saber del mundo, no nadar en el.

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    • extranjerita dijo:

      Claro que cada uno tiene su punto de equilibrio. Si, por ejemplo, no tienes hijos, tienes suficientes recursos para mantener el nivel mínimo necesario, tus intereses no están vinculados con ningún proyecto a largo plazo (escribes posts y no obras fundamentales de miles de páginas), tienes toda la razón, tu equilibrio personal, evidentemente, supone la predominación del presente. Aunque tampoco se puede olvidar del todo del pasado y del futuro –por lo menos para planificar los gastos tienes que prever tu situación o para valorar a quien quieres invitar a tu cumple tienes que recordar con quien lo pasabas genial el año pasado-, no son tan importantes.
      Pero lo que querría decir que este punto de equilibrio individual, según mi opinión, no sirve como una receta universal. Por ejemplo, cuando uno empieza su carrera profesional o da luz a los hijos, por obligación tiene que pensar en el futuro mucho más. Entonces su punto de equilibrio óptimo estaría muy desplazado hacia el futuro, e intentar artificialmente no pensar en ello sería un gran autoengaño.
      Y esto por sí no hace infeliz a nadie, se puede disfrutar la vida viviendo tanto en el presente, como con planes e ilusiones o con recuerdos y experiencia. Los problemas empiezan cuando no entendemos donde está nuestro punto de equilibrio óptimo y “tragamos” las soluciones fáciles y universales para todo el mundo que se ofrecen en el mercado pseudo-psicológico.

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    • Hola Bestia
      ¿Mal día?
      Sonríe, yo te amo 🙂

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  2. Según mi modesta opinión, magnífico desarrollo. Ayuda.

    Un amigo dijo que envenenaría el agua de la ciudad para llevarse tod@s l@s que pueda con él.
    No estoy de acuerdo.

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    • extranjerita dijo:

      Uf, qué susto. Un claro ejemplo de que está muy, muy bien que nuestra vida cotidiana tiene muchas diferencias con este mítico «último día»…
      Me temo mucho que este amigo tuyo no es el único que tiene estos pensamientos. U ojalá que no siga el consejo y no viva «como si fuera el último día», sería una masacre 😉

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    • La vida puede ser maravillosa, tenemos infinidad de opciones, para disfrutar durante muchos años.
      Creo que mi amigo lo dice en broma. Aunque conociéndolo…
      Yo voto por tu propuesta alucinógena. ¿Pareja e hijos? > joderse, soy yo el que se muere, ellos siguen vivos. Me resulta irrelevante cómo me recuerden, no me importará porque estaré muerto.

      Un abrazo

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  3. icástico dijo:

    Es que los traficantes de consejos (gurús) también tienen que renovarse o morir, pero ¡hay tanto esnobismo! Muy buena reflexión.

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